Dios Nunca Muere 51

Les presentamos a continuación el editorial del último número de nuestra revista, sobre el islam.

Editorial 

Queridos lectores: 

El último fin de semana de septiembre estuve en la Capilla San Atanasio, de la ciudad de Guadalajara, presidiendo la Reunión de Dirigentes de la Asociación Nacional de la Juventud Mariana (ANJM). En ella les expresaba a los jóvenes mi preocupación acerca de la reacción de los católicos ante la crisis sin precedente por la que pasa el género humano.

En cierto modo, parecería que después del Concilio Vaticano II, vino un aletargamiento espeluznante entre los católicos. Los cambios se dieron y, básicamente, no hubo reacción alguna. Solamente una pequeña minoría vio el huracán arrasador que se venía. A partir de ahí, la actitud de los católicos, incluidos entre estos, la mayoría del clero y los religiosos, no ha cambiado. Parece un barco sin timón ni destino, los católicos son manejados por el maligno a placer. Si la corriente se mueve para allá, está bien; ahora se mueve para acá, también está bien. Somos testigos de una indiferencia total por parte de los católicos con respecto a las cosas de Dios.

Ahora bien, esto no sólo sucede en los individuos o en las familias, desgraciadamente este mal ha contaminado aún naciones enteras. Podemos corroborar cómo en el Viejo Continente, países católicos, estando frente al desastre, no reaccionaron, sino al contrario. España, Francia, Italia, por ejemplo, habiendo sido en otras épocas estandartes y pilares de la Cristiandad, han llegado actualmente, no sólo al abandono de Dios, sino muchas veces a estar en contra de Él y de su Doctrina. Las invasiones musulmanas, que en otras épocas eran combatidas y rechazadas, ahora son bienvenidas, asimilando toda esa forma de vida y doctrina tan perniciosa.

En Hispano América no ha sido diferente. Nuestras naciones católicas han permitido que las sectas protestantes introduzcan sus errores en ellas, causando un total desastre en todos los ámbitos de nuestra sociedad.

Con este entorno, las preguntas saltan a la vista: ¿por qué esa indiferencia?, ¿cuál es el motivo de la falta de reacción?, ¿por qué se permite la entrada de tantas ideas malignas y peligrosas?, ¿por qué el hombre ya no lucha por su salvación?

La respuesta primera la encontramos en el mismo Concilio: se ha sustituido a Dios como centro de todo y se ha colocado al hombre. Se ha puesto a Dios de lado para dar paso a la “dignidad del hombre”, que no es más que la expresión de la “libertad” mal entendida, dando así, entrada a los tres errores fundamentales del concilio: libertad religiosa, ecumenismo y colegialidad, aunados a la ambigüedad característica del mismo.
Pero, aun así, la pregunta persiste: ¿cómo fue posible que esto pasara? Y la respuesta se presenta: por ignorancia. Nadie puede amar ni seguir lo que no conoce. Los católicos, influenciados por los principios liberales, dejaron de vivir como tales, sea por mala influencia de la sociedad o de sus mismos pastores, sea por ignorancia, pero poco a poco se fueron acostumbrando a la tibieza y a la ignorancia, dando así lugar a que las enseñanzas del Concilio entraran sin encontrar resistencia alguna.

En la situación actual, no podemos conformarnos con estudiar nuestro catecismo para la Primera Comunión y asistir los domingos a Misa. Es necesario interiorizarnos más en el conocimiento de Dios y su Doctrina, recibir frecuentemente los Sacramentos y vivir de acuerdo a las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo. ¡Hay que leer y estudiar! Se puede encontrar literatura excelente para nutrirnos, no perdamos el tiempo en la televisión o en el internet.

En este número de Dios Nunca Muere hemos querido tratar un tema sumamente delicado: el islam. Sus inicios y desarrollo a través de la sustitución y deformación de la Doctrina Cristiana. Su libro, el Corán, y en general su acción demoledora en contra del Cristianismo. Incluimos también la formidable batalla de Lepanto. Además, presentamos la biografía de San Pío V quien, viendo las cosas claras, convocó al rezo del Santo Rosario como arma para vencer a los musulmanes. Así mismo, nuestro santo, siguiendo las instrucciones del Concilio de Trento, codificó la Misa Tridentina o Tradicional.

Nuestro Superior General ha convocado a una nueva Cruzada del Rosario, del 15 de agosto de 2016 al 22 de agosto de 2017, como preparación para la celebración del centenario de las apariciones de Nuestra Señora en Fátima. Hemos querido añadir en esta edición, una breve historia del Santo Rosario para comprender un poco más el poder enorme que tiene esta devoción y el papel tan importante que juega en el triunfo del Corazón Inmaculado de María.

Queridos lectores, no seamos indiferentes a las cosas de Dios, no permanezcamos en la ignorancia. Sabemos que permanecer así, conlleva un peligro gravísimo para la salvación de nuestras almas. Demos la batalla, conozcamos más a Dios y con el Rosario en la mano dispongámonos a conquistar la Gloria que Nuestro Señor nos tiene prometida.

Padre Jorge Amozurrutia Silva.
Superior del Distrito de México y América Central


Índice

Contenido: Editorial Pág ...1
Carta a los Amigos y Benefactores Pág ...3
El Islam Pág ...7
Problemas y peligros del Corán Pág ...13
Lepanto Pág ...18
El Santo Rosario Pág ...25
San Pío V Pág ...28
Breve apología de la Misa Tradicional Pág ...34
Características sobresalientes de los métodos de educación católica Pág ...41
Pequeño tratado sobre el Matrimonio Pág ...46
Crónica Pág ...59

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