Antífonas de Adviento o Antífonas de la "O"

Fuente: Distrito de México

A medida que avanzamos en nuestra peregrinación espiritual a Belén para ser testigos del nacimiento milagroso del Niño Jesús, la liturgia se vuelve más explícita y rica en signos de admiración y petición.

Las Siete Antífonas de Adviento, también conocidas como Antífonas de la O, que comienzan el 17 de diciembre y terminan en la vigilia de Navidad, contienen la esencia de la liturgia de Adviento. Se refieren directamente a Nuestro Señor Jesucristo bajo uno u otro de sus nombres bíblicos. Fueron elaboradas a partir de frases bíblicas en el siglo VIII o IX. Son joyas litúrgicas adjuntas al Magnificat para honrar a la Madre del Mesías, que muestran cómo nuestros anhelos por Su venida crecen más intensamente a medida que nos acercamos a la fiesta.

Estas antífonas llevan varios títulos divinos en honor del Niño que va a nacer: Oh Sabiduría, Oh Señor, Oh Raíz de Jesé, Oh Llave de David, Oh Amanecer, Oh Rey, Oh Emmanuel. En su original en latín, tenemos las siguientes palabras: Sapiéntia, Adonái, Radix, Clavis, Óriens, Rex, Emmánuel.

Oh Sabiduría, que brotaste de la boca del Altísimo, abarcando del uno al otro confín, y ordenándolo todo con firmeza y suavidad. ¡Ven y muéstranos el camino de la salvación!

Oh Señor, jefe de la casa de Israel, que te apareciste a Moisés en la zarza encendida, y en el Sinaí le diste tu ley. ¡Ven a librarnos con el poder de tu brazo!

Oh Raíz de Jesé, que te alzas como un signo para todos los pueblos; ante quien los reyes enmudecen, y cuyo auxilio imploran los gentiles. ¡Ven a salvarnos, no tardes más!

Oh Llave de David, y Cetro de la casa de Israel; que abres sin que nadie pueda cerrar; y cierras, sin que nadie pueda abrir. ¡Ven y libra a los cautivos que viven en tinieblas y en sombra de muerte!

Oh Amanecer, esplendor de la luz eterna, Sol de justicia. ¡Ven ahora a iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte!

Oh Rey de las naciones y Deseado de los pueblos; Piedra angular de la Iglesia, que haces de dos pueblos uno solo. ¡Ven y salva al hombre, que formaste del barro de la tierra.

Oh Emmanuel, rey y legislador nuestro, esperanza de las naciones y salvador de los pueblos. ¡Ven a salvarnos, Señor y Dios nuestro!

Una característica interesante de los títulos de las Antífonas, es que si invertimos las letras iniciales de cada una, obtenemos como resultado "Ero cras", es decir, ¡estaré aquí mañana!", que es el caso, porque las siete antífonas se completan el 23 de diciembre, a 24 horas de la Misa de Medianoche. Es como si la Iglesia estuviera ansiosa por ver finalmente al Dios invisible hacerse visible a los ojos humanos.