El Rosario, un arma terrible - Palabras de Monseñor Lefebvre

Fuente: Distrito de México

Nuestra arma es el rosario. Tiene que ser nuestra arma contra el demonio. Los magníficos ejemplos suscitados por el rezo del rosario y que nos ha transmitido la historia nos tienen que invitar a rezarlo frecuentemente, e incluso, si podemos, rezar los 15 misterios. Nos hemos de encomendar a la Santísima Virgen.

Espero que todos nosotros llevemos el rosario en el bolsillo y que lo recemos cada día, rogando a nuestra buena Madre del Cielo que nos guarde en la fe católica.

Cuando nos sentimos tentados, cuando nos sentimos desanimados en las dificultades y en las pruebas, hemos de tomar el rosario y rezarlo. Pidamos a la Virgen, nuestra buena Madre del Cielo, que venga a ayudarnos, y ahí veremos lo eficaz que es la oración del rosario. La Santísima Virgen siempre ha venido en sus apariciones con un rosario en la mano, mostrando con ello lo mucho que aprecia esta oración. 

Vayamos a María y dirijámonos a Ella. Ella nos dará a Jesús, la luz que iluminará nuestras almas. Le pediremos que nos ayude a comprender el gran misterio de Nuestro Señor Jesucristo, y ella nos hará participar del amor que tiene a su divino Hijo.