Qué pasó después del Concilio? - La destrucción de la enseñanza religiosa

Fuente: Distrito de México

En este quinto artículo de una serie que iremos publicando, tomados de una conferencia dada por Mons. Lefebvre en Roma el 6 de julio de 1977, titulada "La Iglesia después del Concilio", explicaremos una a una las consecuencias desastrosas y la tempestad ocasionada por los cambios realizados en el Concilio Vaticano II.

Porque tenemos el deber de adorar a Dios, tenemos el derecho de tener nuestras iglesias, nuestras escuelas católicas. Lo mismo aplica en el caso de la familia. Porque tenemos el deber de fundar una familia cristiana, tenemos el derecho de tener cuanto sirve para defender a la familia crisitiana. De ahí el Decálogo. Nunca vi los derechos del hombre en un catecismo antiguo, pero siempre vi el Decálogo. El Decálogo tendría que ser la ley básica y fundamental de toda sociedad. Si ponemos como base el Decálogo, no tendremos divorcio, ni anticoncepción, ni aborto. Debemos volver a nuestro Catecismo del Concilio de Trento, de San Pío X, de San Carlos Borromeo. He aquí la base de nuestra civilización cristiana, la base de nuestra fe: el Credo, el Decálogo, el santo sacrificio de la Misa, los sacramentos y el "Pater Noster", la oración de Nuestro Señor. Pero nuestros catecismos actuales no sirven para nada. LLevé al Cardenal Wright los catecismos canadienses, e inmediatamente él mismo me dijo: "Estos catecismos no son católicos."

En la reunión que tuve con tres Cardenales: Wright, Garrone y Tabera, dije a aquel: "Eminencia, me atacáis por el seminario de Ecône, pero yo os ataco por todos los catecismos. Después del Papa, sóis el responsable de los catecismos de todo el mundo. El Cardenal me dijo que escribió una carta para la catequesis, pero que no le obedecieron. El catecismo de París es abominable, modernista, totalmente anticatólico y decididamente herético. Mandé el folleto con la catequesis de París al Cardenal Seper. He aquí su respuesta: "Roma, 23 de febrero de 1974. Recibí su carta del 2 de enero con el material anexo. Muchas gracias. Haré estudiar todo. Lo que me manifiesta usted es sorprendente, abominable, ¿qué queda del catolicismo? No comprendo cómo la autoridad eclesiástica no reacciona en el lugar. Roma no puede intervenir en todas partes y, sobre todo, a tiempo." Y si Roma no puede intervenir, estamos mal." El mismo Cardenal dice: "¿qué queda del catolicismo?"

La situación de la Iglesia es realmente trágica. En Houston, Estados Unidos, para confirmar a los niños, el obispo exige que los padres y los niños vayan durante quince días al pastor protestante y al rabino para recibir lecciones de ecumenismo; sólo después pueden recibir la confirmación