Sociedad de San Andrés

Sociedad femenina que busca la santificación de sus miembros a través de la devoción al Corazón Inmaculado de María y la difusión de esta devoción como lo pidió la Virgen en Fátima.

“He ahí nuestro trabajo, he ahí nuestro ideal, sumergirnos en el Corazón de María para abismarnos en la Trinidad" (P. Luis Martínez Guerra)

La Sociedad San Andrés (S.A.S) es ante todo la unión moral de jóvenes y niñas que quieren corresponder a los pedidos apremiantes hechos por Nuestra Señora en Fátima: “Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón” y “tú, al menos, procura consolarme”. El “Dios lo quiere” es el motor que mueve a sus miembros y la devoción al Corazón Inmaculado de María, su razón de ser, así este grupo de apostolado se caracteriza por ser Cordimariano.

Esta Sociedad tiene como fin principal la santificación de sus miembros en, con, por y para el Corazón de María a la mayor gloria de Dios mediante la vida de oración e imitación de las virtudes de Nuestra Señora, ayudadas de la Cadena de oración formada entre sus miembros que constantemente están pidiendo unas por otras.

Los fines secundarios se resumen en tres puntos, que son: fomentar, crear, cultivar y conservar una sana amistad entre las socias, teniendo una gran unión en la devoción Cordimariana; diversión sana y, finalmente, las consignas tendiendo a fomentar alguna virtud y combatir un vicio, estas son rotativas y temporales y se ofrecen por una intención particular.

Los actos de reparación son una parte esencial entre los miembros de la SAS y son ofrecidos especialmente en desagravio por las cinco ofensas que Nuestra Señora recibe, tal como se lo dijo a Sor Lucía cuando pidió la devoción de los cinco sábados primeros de mes:

1º: Las blasfemias contra el Inmaculado Corazón;
2º: Las blasfemias contra su Virginidad;
3º: Las blasfemias contra su Maternidad divina, rechazando al mismo tiempo reconocerla como Madre de los hombres;
4º: Las blasfemias de quienes tratan públicamente de introducir en el corazón de los niños la indiferencia, el desprecio, o incluso el odio hacia esta Madre Inmaculada;
5º: Las ofensas de quienes la ultrajan directamente en sus santas imágenes.

Nuestros lemas…

Palabras que se vuelven principios en la vida de una socia y que las acerca más a la devoción Cordimariana, su espiritualidad que se resume en cinco frases, como cinco son las letras de MARÍA:

Ave Cor Mariae
Omnia per  Mariam
Aparta, Madre, de mí, lo que me aleje de Ti
Madre, que quien me mire te vea
Persevera y triunfarás

Un poco más sobre su historia…

Este grupo fue fundado en Argentina en 1986 por Celina García Gallardo (la hermana del P. Ramón García Gallardo) y Cecilia Turco, sin duda instrumentos elegidos por Nuestra buena Madre para continuar Su obra en las almas y dar a conocer sus pedidos. Esta idea surgió cuando, después de salir del convento por cuestiones de salud, estas dos jovencitas se reunieron en Pichi dándose cuenta de la necesidad de corresponder a lo que Dios pedía por medio de su Santísima Madre. Fue así con un espíritu alegre y bien dispuestas como iniciaron contagiando a quienes tenían a su alrededor y trabajando por cultivar entre las jóvenes este amor particular. 

La Fundación de la Sociedad de San Andrés en México.

Y gracias a la Providencia, en 1991 llegaron a México para transmitir la obra que ya se había iniciado. Se hizo un primer Campamento con el apoyo de la “Guardia” que era el grupo de jóvenes que había en ese tiempo en México, de ahí fue donde surgieron ¡las primeras socias! De México D. F., Guadalajara, Zapotiltic, Cuernavaca y después Chihuahua, San Luis Potosí, Monterrey, Gómez Palacio… todo México se llenó de entusiasmo por comenzar a trabajar por la Causa de Dios y la Virgen Santísima.  Ese campamento fue dirigido por: Celina García Gallardo y su hermana, Lágrimas, Rocío Méndez y Tere Trujillo. En el año 1992 la Sociedad de San Andrés fue fundada oficialmente en la tierra mexicana.

Algunas Pruebas.

Hubo varias pruebas, principalmente la enfermedad de nuestra fundadora como consecuencia de un desgaste físico que al mismo tiempo, daba fuerza al espíritu Cordimariano que el cielo bendecía. Y gracias al trabajo, ejemplo y perseverancia de tantas socias y capellanes, la SAS continúa actualmente en México, Guadalajara, León, Chihuahua, Juárez, Gómez Palacio, Saltillo, Veracruz habiendo también socias y amigas en Ciudad Juárez, Zapotiltic y San Luis Potosí.

¿Cómo está el Grupo de la SAS hoy en día?

Ahora, a pesar de los tiempos que vivimos, la SAS, formada por mujeres católicas, sigue activa por la gracia de Dios y porque Ella así lo quiere y nuestro deseo es continuar sirviéndonos de la misericordia y gracias que el cielo nos regala. Y se seguirá escribiendo esta historia mientras haya un alma enamorada y dispuesta a corresponder al “Tú, al menos, procura consolarme”.

Los Campamentos organizados por la Sociedad San Andrés:

El Primer Campamento fue en Villa del Carbón, Estado de México, donde surgieron las primeras socias del Grupo que vinieron de diferentes partes de la República (1992).  Como tres veces o más la Villa del Carbón fue testigo del celo de las muchachas mexicanas en la organización de los campamentos para ganar más socias para el Grupo.

Hubo campamentos también en “La Escondida” en Saltillo, Coahuila (1995); en Tantoco, Estado de México (1996); Ixtapan de la Sal (1997); Puebla (1998); Creel, Chihuahua (1999); Villa del Carbón (2000); Tizayuca, Hidalgo (2001); Zabalet, Michoacán (2002); Toluca, Estado de México (2003); Peotillos, San Luis Potosí (2004); Sierra de Lobos, Guanajuato (2006); Omitlán, Estado de México (2007); Primavera, Jalisco (2008); Zapotiltic, Jalisco (2009); Chapala, Jalisco (2010); Peotillos (2011); Sierra de Lobos y Peotillos (2012); Mazamitla, Jalisco (2013); Sierra de Lobos (2014); Zapotiltic (2015); Playa Hermosa, Veracruz (2016); Sayula, Jalisco (2017); Villa Victoria, Toluca (2018); Villa de Reyes, San Luis Potosí, (2019). 

¿Cómo ayuda el Grupo de la SAS en la vida y formación de las muchachas?

El grupo de la SAS no termina en la propagación de la devoción al Inmaculado Corazón de María.  Cada miembro debe tratar  de llevar una vida espiritual sólida y alimentar esa devoción, no se trata solamente de decir: “soy de la SAS”, sino que hay que tratar de vivirlo, ser verdaderamente un alma cordimariana que vive en el Corazón Inmaculado de María.  Ese espíritu de amor tiene que reflejarse en los actos de cada miembro.

Alimentar esa devoción con la asistencia a las pláticas en las juntas y en los campamentos, escuchando las pláticas que los sacerdotes imparten. Por lo general, hay varios temas que se tratan en los campamentos, según lo decide el capellán local o nacional, y de la jefa local en cuestión de las pláticas en las juntas.  En las juntas mensuales (o dos veces al mes), la mayoría de las pláticas impartidas por la jefa o por algunas socias se concentra en las virtudes y en los mensajes marianos en las apariciones de la Virgen, especialmente lo de Fátima.  

Las muchachas en el grupo reciben de sus socias el buen ejemplo de modestia en el vestir, en el hablar y el trato modesto con el sexo opuesto.  Los sacerdotes les ayudan a discernir su vocación y darles la doctrina sobre el noviazgo casto y católico.

Tanto en las juntas bisemanales como en los campamentos las socias aprenden a dar pláticas y formarse como dirigentes o líderes.  Algunas de ellas son encargadas de formar a las niñas de grupo de Jacintas; es un grupo de niñas de 6 a 12 años que serán futuros miembros de la SAS.  Como ayudantes o dirigentes de los campamentos para las Jacintas las socias desarrollan su capacidad para ser futuros dirigentes en los campamentos de la SAS, hasta algunas tienen la potencia ser futuras jefas locales o hasta Jefa Nacional. En verdad, la Jefa Nacional hasta 2017, Cristina Velázquez Flores, sólo fue una dirigente de las Jacintas.

No solamente nos concentramos en las pláticas marianas, los capellanes nos dan pláticas sobre los mártires mexicanos, especialmente, la vida de los Cristeros.  Los Padres presentes en los campamentos nos dan pláticas sobre la defensa de la fe católica contra los ataques de las sectas protestantes.  Hubo un verano que los capellanes expusieron el origen, doctrina de varias sectas: islam, budismo, judaísmo, etc. Así que nuestras muchachas de la Sociedad de San Andrés reciben no solamente la doctrina católica sino también aprenden a defender su fe católica.

Estas muchachas están dispuestas a ayudar en lo que el Prior o su capellán local les pide para el bien de los apostolados en los prioratos.  Ellas ayudan en las limpiezas de la capilla y además, la mayoría de ellas forman parte también de algunos apostolados, como el Coro, Adoración Nocturna o Grupo de Jóvenes (AJNM). 

¿Salieron vocaciones de este Grupo de la SAS?

¡Gracias a Dios que sí! ¡Bastantes!  Sigue habiendo vocaciones.  Mencionamos en forma especial que la SAS tiene a una hermanita que se las adelantó en el camino al cielo, Sor María Sherry de la Madre de Dios, que desde allí, seguramente, pide por las socias a Aquel Corazón que tanto amó y en el que inmoló su vida por los sacerdotes.

Las chicas no necesariamente van al convento.  Lo que aprenden ellas en la SAS es el cumplimiento de la voluntad de Dios.  En donde Él las quiera, allí irán.  Así que también salen buenos matrimonios de la Sociedad, y nuevas mamás que mandan a sus hijas al grupo de las Jacintas, al cual esas mamás alguna vez pertenecieron.

¡Viva el Corazón Inmaculado… Viva la SAS!

Ave Cor Mariae

 Jefas de la SAS nacional:

1. Rocío Méndez (1992-1996)
2. Paloma Ramírez de Arellano Romero (1996 – 2001)
3. Lucero Herrera Méndez (2001 – 2003)
4. Claudia Flores Romero (2003-2008)
5. Cristina Velázquez Flores (2008 – 2017)
6. Andrea Marmolejo Alonso (2017 - a la fecha)

Los Capellanes (Nacional) de la SAS a lo largo de estos 23 años:

1. R. P. Francois Knittel (1992 – 2005)
2. R. P. Mario Trejo (2005- 2007)
3. R. P. Fidel Puga (2007-2009)
4. R. P. Gerald Fallarcuna (2010- a la fecha)