San Fernando III de Castilla - 30 de mayo

Fuente: Distrito de México

El 30 de mayo se celebra la Fiesta del rey San Fernando III, patrono de España, quien antes de morir recibió el Viático en el suelo y diciendo: “Señor, desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo me ofrezco a ella. Señor, recibe mi alma entre tus siervos”. En su reinado unió los reinos de León y Castilla, lo que favoreció a los cristianos en la lucha contra los musulmanes que ocupaban gran parte de la Península Ibérica.

Fernando III nació en 1199. Fue hijo de Alfonso IX y primo de San Luis IX, rey de Francia. No buscó su propia gloria ni el acrecentamiento de sus dominios. Para él el reino verdadero era el reino de Dios. Pedía a diario el aumento de la fe católica y elevaba sus plegarias a la Virgen, de quien se llamaba siervo. Murió el 30 de mayo de 1252.

Fundó las universidades de Salamanca, Palencia y Valladolid. Inició las construcciones de las catedrales de León, Toledo y Burgos. En esta última puso la primera piedra. Perteneció a la Tercera Orden de San Francisco, llevaba siempre consigo una imagen de la Virgen y llegó a hacer penitencia pública.

Caballero de Cristo, Jesús le había otorgado la gracia de los éxtasis y las apariciones divinas. Amaba a sus vasallos y procuraba no agravar los tributos, a pesar de las exigencias de la guerra. A este respecto era conocido su dicho: "Más temo las maldiciones de una viejecita pobre de mi reino que a todos los moros del África". Llevaba siempre consigo una imagen de nuestra Señora, a la que entronizó en Sevilla y en múltiples lugares de Andalucía, a fin de que ésta fuera llamada tierra de María Santísima.

La muerte del rey san Fernando constituye un ejemplo de fe y humildad. Abandonó el lecho y, postrándose en tierra, sobre un montón de cenizas, recibió los últimos sacramentos. Llamó a la reina y a sus hijos, y se despidió de ellos después de haberles dado sabios consejos.

Volviéndose a los que se hallaban presentes, les pidió que lo perdonasen por alguna involuntaria ofensa. Y, alzando hacia el cielo la vela encendida que sostenía en las manos, la reverenció como símbolo del Espíritu Santo. Pidió luego a los clérigos que cantasen el Te Deum, y así murió, el 30 de mayo de 1252. Había reinado treinta y cinco años en Castilla y veinte en León, siendo afortunado en la guerra, moderado en la paz, piadoso con Dios y liberal con los hombres, como afirman las crónicas de él. Su nombre significa "bravo en la paz".

Guerrero, poeta y músico, compuso cantigas, una de ellas dedicada a nuestra señora. Se destacó por su honestidad y la pureza de sus costumbres.

Fernando III fue canonizado por el papa Clemente X en el año 1671. Lo sucedió en el trono su hijo mayor, Alfonso X, que la historia conoce con el nombre de Alfonso el Sabio.