Fiesta de Santo Tomás de Aquino - 7 de marzo

Fuente: FSSPX Actualidad

Hijo del conde de Aquino y de Teodora de Nápoles, Tomás nació en 1225 en Roccasecca, al sur de Lacio. Fue educado desde los 5 años por los monjes benedictinos de la Abadía de Montecasino. A pesar de la fuerte oposición de su familia, ingresó en 1224 a la Orden de Santo Domingo, que tenía poco tiempo de haber sido fundada.

Estudió en París durante la época de San Luis, fue discípulo de San Alberto Magno, a quien siguió hasta Colonia, aprobando con éxito todos los grados académicos. A su regreso a París, recibió el bonete de doctor en teología en 1256.

Religioso ejemplar, reconocido tanto por su sabiduría como por la fineza de sus modales, Santo Tomás escribió incontables obras, incluida  la Summa Teológica, que pone a disposición de todos los estudiantes de teología la cumbre del conocimiento, concisión y método.

Murió el 7 de marzo de 1274 en la abadía cisterciense de Fosse Neuve, en Lacio, mientras se dirigía al segundo Concilio de Lyon convocado por el Papa Gregorio X. Un siglo más tarde, por decisión del Papa Urbano V, su cuerpo fue trasladado a Toulouse, donde Santo Domingo fundó la orden de los Hermanos Predicadores. Sus reliquias aún descansan en la iglesia de los Jacobinos.

Santo Tomás fue canonizado el 18 de julio de 1323 por el Papa Juan XXII. San Pío V lo proclamó doctor de la Iglesia el 11 de abril de 1567.

El Papa León XIII extendió su patrocinio específicamente a las universidades y a los colegios católicos el 18 de enero de 1880:

La doctrina de Santo Tomás es tan vasta que contiene un mar de sabiduría que fluye desde la antigüedad. Todo lo que se ha establecido como verdad, todo lo que se ha discutido sabiamente por los filósofos paganos, por los Padres y Doctores de la Iglesia, por los hombres superiores que lo precedieron, Santo Tomás no sólo lo conocía, sino que además lo mejoró perfectamente, ordenándolo todo con una visión tan perspicaz de los principios esenciales, con tal perfección de método y propiedad de términos que parece haber dejado a quienes lo sucedieron únicamente la facultad de imitarlo, sin poder jamás igualarlo.

Apodado el Doctor Angélico, Santo Tomás de Aquino es el príncipe de la filosofía escolástica que es la base de los estudios sagrados.

"Oh Dios, que ilustras a tu Iglesia con la admirable erudición de tu santo Confesor Tomás, y la fecundas con sus santas obras: te rogamos nos concedas la gracia de entender lo que él enseñó y de imitar sus virtudes. Por Nuestro Señor. (Oración de la Misa).