Testimonios de asistentes a ejercicios espirituales organizados por la FSSPX

Compartimos con ustedes algunos testimonios de quienes han tenido la gracia de asistir a un retiro espiritual organizado por la Fraternidad San Pío X (FSSPX). Pedimos al Buen Dios que las palabras de estos ejercitantes nos llenen de ánimo para asistir a uno de estos maravillosos ejercicios y así transformarnos en hombres y mujeres nuevos, conquistadores del reino de los Cielos. 

¡No dejemos pasar la oportunidad cuando se nos presente, tal vez después ya sea demasiado tarde!

Testimonios

→ "Este es mi primer retiro y lo recordaré durante toda mi vida. Antes me sentía agotada. Ahora me siento revitalizada y en calma. Realmente estoy preparada para realizar algunos cambios en mi vida".

→ "Cuando llegué al retiro tenía una gran pena. A medida que avanzaban las meditaciones y gracias a las entrevistas con los sacerdotes, entendí que ese dolor era una prueba del inmenso Amor de Dios. Ahora me siento tranquila". 

→ "Cinco días lejos del mundo que nos hiere permanentemente en nuestra vida cristiana. Cinco días para redescubrir a Dios y ponerlo de nuevo en el centro de mi vida".

→"La Providencia quiso que pudiera inscribirme en el retiro pocos días antes de su inicio. ¡Gracias Dios mío por este sexto retiro que me permitió volver a poner en orden mi vida espiritual. ¡Gracias también a los sacerdotes!" 

→"Compré un boleto al Cielo gracias a este retiro".

→"¡Mi octavo retiro y sigo descubriendo sus maravillas!"

→"¡Si tan solo hubiera hecho este primer retiro hace diez años! Que Dios me perdone por esta pérdida de tiempo. Es una de las experiencias más hermosas de mi vida y ciertamente la experiencia espiritual más maravillosa".

→"Cada retiro parece tan necesario como el anterior, y Dios nunca deja de decirnos durante un retiro lo que necesitamos. No importa quiénes sean los sacerdotes predicadores, no importa de qué tipo sea, un retiro siempre parece ser el remedio que uno necesita".

→"Había oído hablar de los retiros durante años y siempre había sentido a la vez un poco de temor y gran deseo de asistir a uno. Había oído que sería la semana más difícil de mi vida, ¡pero al final tengo que decir que fue la mejor! Me siento bendecida de haber tenido finalmente la oportunidad de encontrar a Nuestro Señor, y de haber recibido las armas para regresar al mundo y seguir creciendo en mi fe".

Tomado de: Le Parvis n° 138 y Convictions n° 31